lunes, 1 de junio de 2009

Mientras el pueblo Ocidental veía (y en muchas culturas y locales aún ve) el cuerpo humano como algo pecaminoso, sucio y del cual nos debemos avergonzar, los Hindús lo consideraban un vehículo para el espíritu, del cual deberiamos estar orgullosos, y cuidarlo tanto como nuestra mente y alma. Esto explica gran parte de la importancia que tenía el sexo en la cultura de la época, pues ¿qué mejor cuidado puede recibir nuestro cuerpo que el placer proporcionado por el amor? Esa importancia del sexo y la facilidad en verlo como algo normal y saludable puede ser percibida claramente en los templos Hindues que existen en prácticamente toda la India, decorados con esculturas eróticas en todas sus paredes externas, mostrando, no sólamente el cuerpo desnudo, sino también escenas de sexo y las posciciones sexuales del Kama Sutra.
El Kama Sutra posee un capítulo entero dedicado a 'la vida del ciudadano', donde es tratada la vida cotidiana del indivíduo en su época. Allí, Vatsyayana describe los cuidados que se debe tener con el cuerpo al principio del día, para dejarlo siempre atractivo y preparado para el sexo.
* Lavarse los dientes.
* Aplicar unguentos y perfumes en el cuerpo.
* Adornarse con caravanas, collares y otros adornos.
* Lavar los ojos y párpados con colirio adecuado.
* Colorear los lábios con una pintura llamada Alacktaka (costumbre que posteriormente dió origen a nuestro lápiz labial).
* Mirarse al espejo.

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